Hay que abrir el TISA al debate público, dicen los expertos en el primer foro mundial

18 October, 2014

Desde la educación al transporte, pasando por las finanzas o la salud, el nuevo Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA) plantea amenazas serias para la calidad de los servicios que ofrecen distintos sectores públicos que afectan a la vida de los ciudadanos y ciudadanas.

Este es uno de los resultados del primer Foro Mundial sobre el Comercio de Servicios, celebrado en Ginebra el 17 de octubre de 2014, organizado conjuntamente por la Internacional de Servicios Públicos (ISP), la Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) y la red Our World Is Not For Sale (OWINFS).

Especialistas de primer orden y más de 140 representantes de sindicatos, sociedad civil y gobiernos expresaron su alarma por el secretismo con el que están negociando el nuevo acuerdo internacional de comercio, un grupo reducido de gobiernos, con el apoyo de una coalición de corporaciones

 “El secreto de estos acuerdos de comercio desdeña cualquier participación democrática,” afirma Jane Kelsey, Profesora de Derecho de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda.

“Los servicios son fundamentales para la vida diaria de la población y lo que vemos en estos acuerdos es un intento de convertirlos en productos comerciales, de forma que beneficien sólo a las mayores compañías del mundo”.

Según Herta Däubler-Gmelin, antigua Ministra de Justicia de Alemania, los acuerdos de comercio deberían ser debatidos por los parlamentos nacionales y dentro del Parlamento Europeo, con total transparencia. En caso contrario, suscitarán protestas y no ofrecerán los resultados que quienes los apoyan continúan prometiendo.

En los Estados Unidos, “la industria y los grupos de presión del comercio tienen una representación mayoritaria en el Comité Asesor de Comercio, y llegan a alcanzar el 85% del total de sus miembros” reveló Celeste Drake, especialista en política de comercio y globalización de la AFL-CIO.

Este foro supuso una oportunidad única de examinar las repercusiones negativas del TISA y el lado más oscuro de su agenda privatizadora y desreguladora; pero también sirvió para empezar a plantear alternativas y soluciones al proceso en curso.

“El interés y la participación en el foro demuestran la preocupación creciente por estas conversaciones secretas”, afirmó Daniel Bertossa, Director de Política y Gobernanza de la ISP.

“Desde hoy está claro que los sindicalistas y la sociedad civil están enojados por lo que se está negociando en su nombre”.

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